CORTEZA Y ALMA

Hace tiempo que no saco un rato para compartir algo aquí. La verdad es que estoy demasiado liado con demasiadas cosas, pero todo son proyectos que me llenan de vida, así que supongo que mi ausencia aquí tiene algo positivo. Quería compartir un poema experimental que escribí hace años, un poema especial para los que saben ver más allá de lo aparente, del orden convencional de las cosas. Se llama CORTEZA Y ALMA, porque lo forman dos unidades del mismo ser. A la primera persona que sea capaz de distinguir la corteza del alma le regalaré un libro mío.

CORTEZA Y ALMA

La miraba absorto, yo siempre pensaba en nosotros:

vida inventada, luz en el nunca del siempre, estelas.

Es extraño placer recordar aquellas tardes vagabundas;

solo queda belleza, paz, profundas huellas,

misterio, y un apenado: no la tuve apenas.

En la melancolía de dos o tres cartas,

la hermosa música de las cosas viejas,

brevedad, magia, promesas, y el silencio

del sonoro susurrar del viento,

recuerdo imborrable de aquel mirar infinito.

Pero hoy solo quedan fantasmas, y aquí

todo son trastos que llevo dentro.

No hay más verdad que los sueños que me crecen.

¿Siendo tan solo uno de tantos

es posible que creara tantos mundos,

que no he logrado vivir el nuestro aún?

A veces pienso que solo estoy recordando,

me enamoré un atardecer y, sencillamente,

siento la brevedad de este sueño en el que estoy.

Inmortal es el amor, el amante: un muerto.