La historia interminable, un manual de alquimia moderno
- Roberto Cáceres
- 17 dic 2021
- 3 Min. de lectura
—Se titula La Historia Interminable —explicó Bastián—. Por fuera es de color cobre y brilla si se mueve de un lado a otro. Tiene dos serpientes dibujadas, una clara y otra oscura, que se muerden la cola. Por dentro está impreso en dos colores... y tiene unas letras capitulares muy grandes y bonitas (Ende, Michael; 1982:416.)

Hoy quiero escribir algo sobre La historia interminable. La mayoría de la gente conoce la obra a través de su ochentera versión cinematográfica, pero se trata de un libro y no un libro cualquiera. Personalmente considero que es una obra muy especial. No solo porque es uno de mis libros favoritos y también una de mis primeras lecturas, sino por los secretos y maravillas que encierra para aquellos espíritus que saben ver.
Como Bastian, su protagonista, al tomar en nuestras manos ese volumen tan especial —con ese signo emblemático con dos serpientes que se muerden mutuamente la cola y ese texto interior escrito en verde y rojo—; sentimos que no estamos ante un libro para niños ni ante una simple novela fantástica. Estamos ante un libro enigmático, un libro mágico.
Guiado por esta intuición, hace unos años decidí releer y estudiar su contenido en busca de esos secretos. Por supuesto, no fui el único ni el primero que se embarcó en semejante aventura. Así que, atendiendo al valor polifónico de la obra y siguiendo la senda de aquellos estudios que vislumbraron en ella un sentido esotérico; observándola desde una perspectiva hermenéutica a través de sus principales elementos simbólicos, descubrí que encerraba un manual de alquimia, de sabiduría hermenéutica.
No pretendo aquí profundizar en el tema, porque no es el lugar adecuado y es un asunto complejo que requiere bastante desarrollo de conceptos y razonamientos. Pero si conoces la obra y te apetece disfrutarla desde una perspectiva nueva, te invito a que leas un estudio que dediqué al tema y que está publicado en la revista Castilla:
Si no conoces La historia interminable, pero te interesan el conocimiento antiguo o el esoterismo; quizás te incite a acercarte a la obra de Michael Ende.
Aquí solo daré unos breves apuntes que relacionan la obra que nos ocupa con el enigmático mundo de la alquimia y el hermetismo. En primer lugar, tengo que señalar que la filosofía hermética es una ciencia, o Arte —como a los alquimistas les gustaba llamar a su disciplina— de carácter simbólico. Es decir, todo en ella es metafórico y está codificado. El oro, por ejemplo, es símbolo de perfección, el más alto grado que puede alcanzar un metal. Mientras que el plomo está en el grado ínfimo de perfección. Por lo tanto, la Gran Obra Alquímica que se representa como la transformación del plomo en oro no es otra cosa sino un camino o proceso de perfeccionamiento. La obra de Ende nos ofrece un manual de alquimia espiritual a través del viaje que emprendemos junto a Bastian. El protagonista se introduce en Fantasía a través de las páginas del libro y nosotros viajamos con él.
Todo en los textos alquímicos tiene un significado oculto cuyo código es conocido solo por el iniciado. El color tiene significado. El verde, en el que están escritas la mitad de las páginas, es el color del iniciado y es el color de la piel el héroe: Atreyu. El rojo, que ocupa la otra mitad de las páginas, es el color empleado para representar el oro y la consumación de la gran obra.
También las imágenes, ya sean dibujadas o descritas son signos codificados. El Aurym (las dos serpientes de la portada) es una adaptación del arcano símbolo de Uróboros (la serpiente que se muerde su propia cola).
También las letras, que representan un sonido, y para muchos estudiosos de las lenguas antiguas, una vibración; tienen un significado oculto. Al respeto apuntaré solo que el protagonista se Llama Bastian Baltasar Bux y su antecesor en el viaje Karl Konrad Koreander. Casual, nada lo es, y menos en La historia interminable.
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